Un día Rosa Amarillo

Es miércoles y a pesar de ser primavera el día ha amanecido gris, frío…

Aun así, cojo el coche como siempre y en el camino al cole intento hacer lo posible para que el día no me contagie su tristeza. 

La verdad es que no es muy complicado, lo bueno de esta profesión es que nunca sabes que pasará, hay mil anécdotas y vivencias recopiladas en nuestra memoria.

Ya en el cole me llama la atención una madre y nos dedicamos una de nuestras mejores sonrisas y me dice: 

-Sabes que me dijo Daniela?

– A ver, ¡sorpréndeme! – cualquier cosa podía salir de esa niña tan pizpireta, de naricita respingona y sonrisa permanente. Pero por la dulce mirada de la madre podría intuir que me iba a decir algo bonito.

– Pues ayer antes de acostarla, me abraza y me dice: “¿Sabes que el cole es como mi casa?  Porque las profes son como mis padres y mis amigos como mis hermanos, nos queremos mucho, ¡como en casa!”

Durante unos segundos no supe que decir, solo notaba mi corazón latir, me sentí muy orgullosa y satisfecha. Sin darse cuenta esta pequeña había valorado nuestro trabajo con la nota máxima, porque ser maestra/o es algo más que educar, que aprendan a escribir y a leer… Y Daniela y muchos otros niños/as lo saben ver.

 Está claro que nosotras no podemos suplir el cariño del hogar, pero con sus palabras, esta pequeña de P5 estaba diciendo que en el cole se siente querida, protegida y es que no ha podido verbalizar mejor la esencia de este colegio, ¡el Padre Damián es como estar en casa! 

Como podéis imaginar, después de esto, el cielo de ese miércoles ya no era gris, era amarillo y rosa, los colores de la alegría y del amor.